Col·leció "Món Recargolat"

Art Bruget

Vidas Enlazadas

Vidas Enlazadas
(adquirit)

ENSUEÑO

ENSUEÑO
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A+

A+
(50X50 cm)

LA BUENA ESTRELLA

LA BUENA ESTRELLA
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NOVA VIDA

NOVA VIDA
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NAMASTÉ GLÒRIA

NAMASTÉ GLÒRIA
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ESSÈNCIA FEMENINA

ESSÈNCIA FEMENINA
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AL BEN MIG D'UN DESERT

AL BEN MIG D'UN DESERT
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Joies del Mar

Joies del Mar
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SUEÑOS DE AGUA

SUEÑOS DE AGUA
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Sueños que se escapan como agua entre las manos...
pero son aquellos mismos sueños que dibujan una
sonrisa e iluminan la mirada.

SUEÑOS ROTOS

SUEÑOS ROTOS
(adquirit)

jueves, 5 de junio de 2008

Crítica de Eulàlia R. Beneroso

En esta exposición, que la autora titula “Món Recargolat”, encontramos obras de pequeño formato, en colores pastel subrayados por los platas y oros que les confieren definición y preciosismo, así como feminidad.
Ante el cuadro sabemos que estamos contemplando la obra de una mujer pintora.

El cuerpo femenino es el leitmotiv, está presente en casi todas las obras y en ocasiones el cuerpo masculino aparece como presencia complementaria, casi onírica, como si fuera solo la representación del pensamiento del cuerpo femenino representado.

Las obras de Mónica me sugieren y me transportan a su momento de creación. Puedo imaginar a la mujer pintora en su cuarto propio, como reivindica Virginia Wolf, todas las mujeres necesitan tener un cuarto propio. Un lugar en el entorno domestico donde el tiempo que se pase en él sea solo y exclusivamente de ella, un tiempo que no se comparta con nadie más que con ella misma y que es en general un tiempo de pensamiento y también de creatividad, un tiempo de actividad que solo busca la recompensa del placer propio, del ser que se manifiesta y expresa el producto de sus procesos mentales y los plasma, en este caso con pinturas.

Los procesos creativos son complicados y diferentes en cada ser humano, pero todas las personas necesitan para crear un tiempo y un lugar.

En los cuadros de Mónica, se aprecia ese tiempo, dedicado a la expresión, a la creatividad, un tiempo pausado, intensamente vivido, disfrutado. Los cuadros en su conjunto transmiten paz y serenidad.

Las mujeres representadas son muy femeninas, bellas. Los rizos de sus cabellos podríamos interpretarlos como si fueran sus pensamientos. El cuerpo físico está tranquilo, quieto, sosegado, pero las ideas, la imaginación están en plena ebullición.

Con el ritmo de las personas en esta sociedad occidental del siglo XXl, en la que se exige ser “superwoman” y “superman” superando todos los obstáculos profesionales y domésticos, raras veces se conceden tener su cuarto propio y un tiempo propio, del que no hay que rendir cuentas a nadie.

Un cuadro de Mónica puede hacer que nos replanteemos la escala de valores y veamos que es lo importante de la vida: ese espacio de tiempo que se nos regala al nacer para vivirlo plenamente.

Buscarse un momento para una misma, para uno mismo, aunque sea entre ayudar en los deberes a los hijos y una lavadora, hará que nos apreciemos más a nosotras y nosotros mismos y que los miembros de nuestro entorno, también nos respecten más como seres humanos y no solo como “superwoman” o “superman.


Eulàlia R.Beneroso